Para preservar mayor tiempo la vida útil de los alimentos en general, especialmente carne de res, pollo, cerdo, pescados y otros alimentos, se usa el envasado al alto vacío, el cual consiste en la eliminación casi total del aire dentro del envase, sin que sea reemplazado por otro gas. La mayor parte del oxígeno alrededor de los alimentos se elimina, y el empacado de los productos se sella casi herméticamente.
Conoce las ventajas del empacado al vacío
Este sistema previene la contaminación de los alimentos y la pérdida de sus componentes, incluyendo las que se dan por la evaporación de sustancias volátiles que dan a las carnes su sabor y humedad.
El empacado al alto vacío brinda una barrera protectora contra la humedad, la luz y cierto grado de aislamiento térmico. Al depositarse los productos en bolsas, se busca conservarlos y preservarlos por más tiempo, ya que al retirar el oxígeno dentro del empaque se retarda el desarrollo de microorganismos.
El “film” para fabricar las bolsas que se utilizan en el empacado al alto vacío deben hacerse con una película interna de termosellado, que generalmente es polietileno, y una película externa que tenga barrera al oxígeno, que suele ser PET, poliamida, poliéster, nylon o aluminio.
Anteriormente estos films tenían que unirse unos a otros, por lo cual recibían el nombre de film compuesto o laminado. Actualmente, se producen en máquinas que permiten ahorrar dinero durante el empacado, ya que usan varios cabezales que hacen posible fabricarlos en una sola operación y sin la necesidad de unirlos.
Las ventajas de los envases “multilayers” además de técnicas, son primordialmente económicas. La combinación de materiales permite usar materias primas más económicas para las capas intermedias, reduciendo el costo del producto final.
En cambio el operario manual requiere de un mayor tiempo de horas hombre para el empacado, los costos de los procesos se incrementan exponencialmente y genera mermas ya que la calidad del empacado no es igual que con la máquina y los materiales descritos.
